Una tienda con una buena imagen asegura el incremento de las ventas. Ese es el objetivo de un buen visual merchandiser. Conoce cómo llegar a serlo.
“Todo entra por los ojos”. Esa frase, que tal vez hemos oído infinidad de ocasiones, se aplica a todo aspecto de nuestras vidas, incluso a nuestros negocios, como se ve en esta caricatura.
Ambos personajes deciden no entrar a una tienda porque, según ellos, se ve descuidada y desorganizada, donde ni siquiera hay espacio para estar de pie. Sin embargo, prefieren comprar en un lugar donde, a primera vista, todo se ve bien.
Ese es el efecto del Visual Merchandising, cuyo objetivo es proyectar una buena imagen de nuestras tiendas para incrementar las ventas. Un factor cada vez más importante si entendemos que el 70% de consumidores toma una decisión de compra cuando se encuentra dentro del establecimiento, según un estudio de GFK. Es decir, un buen escaparate debe captar el interés de los potenciales clientes.
Convertirse en un buen visual merchandiser para generar este impacto requiere de un análisis especializado sobre el comportamiento de los consumidores y la imagen que la marca desea proyectar.
“Un visual merchandiser es la persona encargada de, más allá de crear un escaparate atractivo, transformar todo el espacio de venta en un lugar con una imagen y una atmósfera adecuada a los valores de la marca”, comentó a la revista Itfashion.com José Luis Martínez, Director General de Ártidi Escuela Superior en Barcelona, España. ¿Cuáles son las claves para llegar a serlo?
Clave 1: Estar atento a las tendencias
Siempre es importante mantener actualizado nuestros conocimientos sobre las últimas tendencias del mercado. Esto significa darle una mirada a las grandes marcas mundiales y ver qué es lo nuevo que están proyectando en sus tiendas.
“Las mismas empresas internacionales están haciendo que este grupo humano —los visual merchandisers— se esfuerce y se tenga que alinear a las últimas tendencias”, comenta Milagros Cuglievan, profesora del curso de Visual Merchandising del Campus Virtual Romero.
Otra opción, aunque requiere un mayor de esfuerzo, es viajar a los países donde la especialidad está más desarrollada, como Estados Unidos o diversas naciones de Europa. Esto mismo hizo Marcela Seggiaro, experta argentina en este rubro, quien visitó Londres hace unos meses y encontró algunas sorpresas.
Clave 2: Conocer los gustos de los clientes
Aunque suene redundante, no se debe olvidar que el centro de todo negocio es el cliente, puesto que de él dependerá el éxito del mismo. En otras palabras, conocer las preferencias del público objetivo debe ser un mandamiento.
Por eso, según Martínez, es necesario que los visual merchadisers tengan conocimientos de psicología del consumidor. De esa forma, reconocerán gustos, preferencias y hasta aspectos que desagradan a los compradores.
“Hay que escuchar al comprador para saber lo que está buscando y así transmitir nuevos estilos de vida. Hay que lograr un impacto en ellos en los pocos segundos que pasa por una vitrina”, asegura Cuglievan.
Clave 3: Atreverse a lo nuevo
Según Cuglievan, se evidencia un desarrollo importante del visual merchandising en el Perú, pues los profesionales de este rubro están apostando por la innovación. Una estrategia que responde a la necesidad actual de digitalizar los negocios y promete cambiar el foco de cómo se está llevando a la práctica el visual merchandising.
El reto es adoptar las nuevas tecnologías y aplicarlas en los escaparates. A pesar de que el e-commerce crece aceleradamente año tras año, la venta en espacios físicos siempre será una opción rentable, sobre todo si estos cuentan con una imagen atractiva para incrementar sus clientes y, por ende, las ganancias.
“Yo no descarto la integración del mundo virtual con el mundo real, pero al final la gente quiere ver escaparates, espacios bonitos en los que se expongan aquellos productos que necesita. El escaparate es un elemento de arte urbano”, menciona Martínez, de la Ártidi Escuela Superior en Barcelona.
Clave 4: Ser apasionado en el trabajo
Martínez entiende que todo visual merchandiser debe ser “alguien con ganas de sumergirse en un nuevo proyecto cada poco tiempo”. Una especie de artista que monta obras con el propósito de incentivar la compra en el cliente.
Para tal objetivo, es necesario que el visual merchandiser se encuentre en permanente innovación, utilizando para estos fines todos sus conocimientos, experiencias y capacidades. Sin embargo, según Cuglievan, existe una deuda en nuestro país: la falta de capacitación en este rubro.
Pese a que contadas instituciones dictan cursos de Visual Merchandising, existen opciones como el Campus Virtual Romero donde los alumnos adquieren conocimientos para desarrollarse en esta especialidad, la cual es de suma importancia para la vida de los negocios.
Si quieres saber más sobre Visual Merchandising e impactar más en la decisión de compra de tus clientes, inscríbete en nuestro curso.
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